Amigos – Compañeros – Hermanos

El mundo Cristiano Católico, pasada la conmemoración del asesinato que las autoridades civiles y religiosos de Israel cometieron con Jesús el Cristo (acusándolo de proclamarse MESÍAS), celebramos la llamada Semana de Pascua. 

Sin duda que la historia es larga.  Desde el paso del Ángel infiriendo a los primogénitos egipcios; el paso del fugitivo pueblo israelita y los diferentes pasos que por 40 años  hizo en el desierto, aquella multitud que buscaba la tierra prometida.  Cristo al conmemorar con una cena  los pasos – las pascuas de su pueblo, como el cordero simple, y las yerbas amargas. Cambió aquella carne, por su carne y su sangre.  Bebió  la hiel amarga de la esponja que le ofreció uno de sus verdugos… Consumó todo!!! Con su grito rompió el velo del templo: Surgió la nueva Pascua y el Nuevo Testamento!!!  Y se inició la proclamación de la Buena Nueva… La ley de Moisés no se destruyó… se perfeccionó…  Felices Pascuas ! ! !

Realmente es bonito pronunciar con grito ese: felices Pascuas de Resurrección.

No solo es bonito, produce alegría.  También es fácil repetirla y porque ya estamos acostumbrados a escuchar la frase, se hizo monótona,  repetitiva, se hizo costumbre vacía.  Después de siglos que como católicos (a veces  no tan cristianos) celebramos año con año la Pasión – Muerte y Resurrección (pascua)... es obligatorio enfrentarnos a la pregunta, respondiendo…  Qué cambia, y en qué colabora al avance del Reino en la tierra para caminar a la casa del PADRE las conmemoraciones de la llamada Semana Santa. 

NO son obvios los cambios a mejor, son más obvios los cambios a peor…

Responder por el gran mundo es una cosa… Responder por mi país, mi sociedad es otra… por mi comunidad, mi familia o lugar de trabajo al que pertenezco y me pertenece es otra y más cercana…, pero responder por nuestra individualidad…, por mi yo, quizá es más que diferente. 

Concluyamos en invitarnos a conocer la PASCUA (paso – cambio – Resurrección) desde mi mismo y a responsabilizarnos con nos-mismos para que como ARENITAS del pueblo de Jesús seamos constitutivos del Reino en esta vida, en esta tierra, y uniéndonos a otras (venciendo egoísmo) formemos los ARENALES – PLAYAS de un pueblo – humanidad.

Que estemos dispuestos a vencer el Reinado de terror que desde siempre desea imponer el dios del poder y del dinero.

Felices Pascuas ! ! !

Pero Resucitemos…

Hagamos Reino!!!