domingo, 22 de marzo de 2015

Declaración de Santidad y Beatitud de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

Las grandes alegrías, los grandes triunfos.  Las grandiosidades de la vida, tienen que ser compartidas.  Los humanos somos tan limitados que no soportamos las inmensidades del gozo o del éxito.  Debemos compartir para y por ser humanos.

Desde el Equipo de Servicio a Comunidades de Base (SERCOBA) hacemos llegar a todos Ustedes Amigos, Conocidos, Compañeros, Hermanos por ideas y por humanidad, el pletórico sentimiento que como hijos del pueblo Salvadoreño sentimos: por la declaración de Santidad y Beatitud de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

Para los que en este pequeño país densamente poblado, tanto por habitantes, como por masacres y conflictos sociales, hemos sentido la bendición del Dios Padre Creador en toda su dimensión, porque en ese reconocimiento (que ha superado décadas de obstáculos de esa clase de martirio y santidad) se lava la sangre de tantos mártires y se lava la verdad de tanto mentís y manipulación: no solo de elementos externos a nuestra Iglesia sino de hermanos bautizados y con responsabilidades jerárquicas, que aman mucho más sus privilegios que la luz placida y feliz de la verdad  encarnada en la palabra Evangélica.

Queremos testimoniar que los más pobres, los más sufridos, los ocultados de nuestra sociedad se han visto reivindicados en sus Esperanzas, han vuelto a la vida, su fe, bloqueada por la tramitología de los procedimientos, ante una realidad que como dijo el Maestro: lo entenderán los pobres y humildes y será difícil para los sabios de esta tierra. 

Desde antes de su martirio, en el momento del martirio y desde entonces, el pueblo santificó al Profeta de sus verdades, fue y es El San Romero de América.

Sentimos en ese reconocimiento de Mártir – Beato – Santo el reconocimiento para todos los martirizados – inocentes y santos de todos los pueblos oprimidos, por los representantes terrenales del dios del poder y del dinero.

Nos alegra que nuestra Iglesia (y su jerarquía)  se reivindique, ante tantos pueblos de tantos países, cristianos o no que ya lo habían santificado y porque tantas jerarquías de otras iglesias: cristianas y de otras advocaciones de modo adelantado le  rendían admiración, culto y veneración.

Nos alegra saber que como Mártir y Santo de nuestros tiempos San Oscar Arnulfo hace aumentar la fe, hace avanzar la esperanza de los destinatarios del evangelio y hace avanzar lo que están importante para Roma, el vaticano y las instituciones católicas, la comprensión teológica del amar al prójimo como a ti mismo!!!!!  


Padre José Rutilio Sánchez
SERCOBA

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