Las
grandes alegrías, los grandes triunfos. Las grandiosidades de la vida,
tienen que ser compartidas. Los humanos somos tan limitados que no
soportamos las inmensidades del gozo o del éxito. Debemos compartir
para y por ser humanos.
Desde el Equipo de Servicio a Comunidades de Base (SERCOBA) hacemos
llegar a todos Ustedes Amigos, Conocidos, Compañeros, Hermanos por
ideas y por humanidad, el pletórico sentimiento que como hijos del
pueblo Salvadoreño sentimos: por la declaración de Santidad y Beatitud de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Para
los que en este pequeño país densamente poblado, tanto por habitantes,
como por masacres y conflictos sociales, hemos sentido la bendición del Dios Padre Creador en
toda su dimensión, porque en ese reconocimiento (que ha superado
décadas de obstáculos de esa clase de martirio y santidad) se lava la sangre de tantos mártires y se lava la verdad de
tanto mentís y manipulación: no solo de elementos externos a nuestra
Iglesia sino de hermanos bautizados y con responsabilidades jerárquicas,
que aman mucho más sus privilegios que la luz placida y feliz de la
verdad encarnada en la palabra Evangélica.
Queremos testimoniar que los más pobres, los más sufridos, los ocultados de nuestra sociedad se han visto reivindicados en sus Esperanzas, han vuelto a la vida, su fe, bloqueada por la tramitología de los procedimientos, ante una realidad que como dijo el Maestro: lo entenderán los pobres y humildes y será difícil para los sabios de esta tierra.
Desde
antes de su martirio, en el momento del martirio y desde entonces, el
pueblo santificó al Profeta de sus verdades, fue y es El San Romero de América.
Sentimos en ese reconocimiento de Mártir – Beato – Santo el
reconocimiento para todos los martirizados – inocentes y santos de
todos los pueblos oprimidos, por los representantes terrenales del dios
del poder y del dinero.
Nos
alegra que nuestra Iglesia (y su jerarquía) se reivindique, ante
tantos pueblos de tantos países, cristianos o no que ya lo habían
santificado y porque tantas jerarquías de otras iglesias: cristianas y
de otras advocaciones de modo adelantado le rendían admiración, culto y
veneración.
Nos
alegra saber que como Mártir y Santo de nuestros tiempos San Oscar
Arnulfo hace aumentar la fe, hace avanzar la esperanza de los
destinatarios del evangelio y hace avanzar lo que están importante para
Roma, el vaticano y las instituciones católicas, la comprensión
teológica del amar al prójimo como a ti mismo!!!!!
Padre José Rutilio Sánchez
SERCOBA
No hay comentarios:
Publicar un comentario