viernes, 17 de agosto de 2012

“Ni desarrollo, ni progreso con Represas: destruyen la ecología y la vida.


“Ni desarrollo, ni progreso con Represas:

destruyen la ecología y la vida.


“Solo el pueblo salva al pueblo”, no es una simple frase.  A medida que pasa el tiempo, se comprueba que para lograr cambios reales se requiere compromiso popular desde la realidad política social.  El pueblo espera los cambios prometidos: es el caso de represas y la producción de electricidad. 
La maldad de los gobiernos de ARENA privilegió a los capitales nacionales y transnacionales, entregándoles el comercio exterior, fortalecido por el TLC; no se cumple lo prometido, se sigue haciendo lo mismo a esto se le llama continuismo.  Con esa actitud el pueblo se sigue hundiendo en la miseria y la domesticación.  En el tema energético preocupa el cambio climático.  La ciencia comprueba que los desastres naturales en el futuro serán más fuertes que los que hemos vivido.  A pesar de esto los países industrializados, y EE.UU., no adquirieron compromiso con el tratado de Kioto y Cophenague, para la reducción de Emisiones de Bióxido de Carbono(Co2); a diferencia de tres países de Sur de América,  que  firmaron los tratados, e hicieron propuestas efectivas, para la reducción de emisión de gases y salvar al planeta. 

¿Qué aportamos los salvadoreños en esta problemática?  Elegimos un gobierno de cambio que resultó igual a los anteriores e indiferente a las verdaderas necesidades que fueron las mismas por los que murieron tantos compañeros durante la guerra.
Los gobiernos anteriores y el actual conocen la necesidad de defender la ecología: el clamor y lucha del pueblo en contra la construcción de los 18 proyectos de represas hidroeléctricas.  Por el momento los casos más emblemáticos son: El Chaparral y El Cimarrón. 
La población desconoce que las represas producen el 4% del calentamiento global: la lucha es justa – solidaria y urgente.  El pueblo luchó valientemente y entregó la vida, por lo que le corresponde.  Los desplazados por las 5 represas ya construidas fueron víctimas de amenazas y engaño con las promesas hechas por la CEL hace 50 años, lo que nunca cumplió.  Hoy se repite la historia en El Chaparral, las mismas promesas y amenazas, ilegalidad y corrupción en el proceso de construcción.  La CEL no pagará los ríos y cobrará más cara la electricidad, no pagará  las tierras, ni la comida que cultivan los campesinos en las tierras que serán inundadas; al contrario la comida será más costosa, por la escasez de tierra para cosechar alimentos, habrá más emigración, súper población por menos espacio, perdida de la cultura; aspectos que producirá más hambre y más delincuencia, afectando la calidad de vida de todos nosotros.
El actual gobierno debe asumir compromisos efectivos a favor de la vida con visión al futuro, poniendo en práctica las alternativas de generación eléctrica propuesta por la población amenazada, defendidas por el pueblo  y  expertos en el tema.  Iniciando con el ahorro de electricidad con focos ahorradores.  Como pueblo no aceptar el continuismo de malas políticas del gobierno, tomar conciencia del compromiso y del daño que hacemos al ser indiferentes ante las causas y luchas del cambio climático, y del sufrimiento de nosotros y nuestros hijos y las futuras generaciones.
Este es un llamado a solidarizarnos con la gente directamente amenazada y con “VOS” mismo.  Organízate, lucha como pueblo, participando directamente y tomando compromisos.  Obligando al Gobierno de El Salvador  a trabajar en políticas de sustentabilidad ambiental y reducción de la pobreza, dando más educación e información.  Debe haber cosas nuevas, no solo cosas buenas.  La lucha se debe hacer organizada, conciente y unida desde todos los sectores y niveles. 

“Solo la lucha cambia la vida”
y
“La lucha continua”

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