lunes, 9 de noviembre de 2015

Hablando de Niñez... 

Múltiples son los factores de la violencia que padece la niñez y los jóvenes, eso es el resultado de problemas estructurales profundos,  como la exclusión social y la desigualdad que sufren los de abajo por una mala distribución de la riqueza, la incapacidad del Estado de ofrecer a todos los ciudadanos, en especial a la niñez y a la juventud, un acceso igualitario a los servicios básicos como la educación, la salud, la seguridad y la justicia.La desintegración familiar, la violencia intrafamiliar, la exclusión también se relaciona con la globalización y el consumismo.Las crecientes expectativas económicas creadas por la globalización y el consumismo contrastan con las decrecientes oportunidades para la niñez y la juventud.  También es el resultado de la falta de apoyo social y comunitario. 

En El Salvador existen muy pocos programas a nivel comunitario para la niñez y la juventud.  Hay pocos espacios de socialización para la niñez.  El abandono de los padres o de los adultos responsables del cuido de niños y jóvenes (madres solteras y padres desertores o ausentes) también marcan las niñez.

El sistema neoliberal ha resultado en más desigualdad y múltiples formas de violencia.  En El Salvador el libre mercado no beneficia a los más pobres, no reduce la desigualdad, ni la violencia. 

En El Salvador se firmaron los así llamados “Acuerdos de Paz”  que pusieron fin a la guerra impuesta, introdujeron cambios novedosos, pero no abordaron temas sociales como la estructura económica relacionada al conflicto social. 

A 23 años de finalizada la guerra, El Salvador es uno de las sociedades más violentas de América Latina con tasas altas de homicidios y de vulnerabilidad de la niñez y juventud.      

Este Gobierno está haciendo algo en la seguridad, en educación (uniformes, útiles, zapatos, vaso de leche) en salud pero… para profundizar se necesitan recursos que ARENA, como siempre, se opone en la Asamblea Legislativa, dar sus votos para que las cosas vayan mejor para los de abajo incluyendo la niñez-juventud.

También algunas alcaldías del FMLN están abriendo espacios para la niñez y la juventud… pero no es suficiente.  Hay que decir que El Salvador, a partir del 2011 cuenta con  la Ley LEPINA (Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia) que representa un cuerpo normativo más importante de la efectividad de los DD.HH. de la niñez y adolescencia que haya tenido El Salvador en toda su historia.  A partir de eso se constituye también el CONNA – Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, organismo encargado de la creación y aplicación de la política nacional para la niñez y la adolescencia.

Como podemos ver hay avances en cuanto a la protección de la niñez y adolescencia, no obstante debemos reconocer que la superestructura es un conjunto de fenómenos políticos – jurídicos e ideológicos, asentado sobre una estructura económica que no permite que esto se cumpla.

La promulgación de la LEPINA es buena,   pero   hay   poca   capacidad   del Estado para impedir que los adolescentes, se incorporen a las maras, lo cual se dá como resultado de la injusta estructura económica – capitalismo que secularmente ha afectado a la población más vulnerable de este país; que expulsa sus hijos y vive de sus remesas.  Hay que reconocer que algo se está haciendo, pero… el gobierno necesita de todos nosotros. 

Tenemos el compromiso de cambiar
está realidad violenta, impuesta
por los de siempre.

No seamos cómplices de quitar los sueños de la niñez con nuestra indiferencia frente a tanta injusticia.

Cambiemos la cultura machista.  Luchemos de forma organizada, sin descanso, contra toda injusticia humana.  Festejemos a la niñez, pero no sin antes hacer una profunda reflexión sobre la situación de la misma.


Si vamos a enseñar la paz en este mundo, 
y vamos a llevar a cabo una guerra contra la guerra, 
deberíamos empezar con los niños” 
Mahatma Gandhi 



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