Hablando
de Niñez...
Múltiples son los
factores de la violencia que padece la niñez y los jóvenes, eso es el resultado
de problemas estructurales profundos,
como la exclusión social y la desigualdad que sufren los de abajo por
una mala distribución de la riqueza, la incapacidad del Estado de ofrecer a
todos los ciudadanos, en especial a la niñez y a la juventud, un acceso
igualitario a los servicios básicos como la educación, la salud, la seguridad y
la justicia.La desintegración
familiar, la violencia intrafamiliar, la exclusión también se relaciona con la
globalización y el consumismo.Las crecientes expectativas económicas creadas por
la globalización y el consumismo contrastan con las decrecientes oportunidades
para la niñez y la juventud. También es el
resultado de la falta de apoyo social y comunitario.
En El Salvador
existen muy pocos programas a nivel comunitario para la niñez y la
juventud. Hay pocos espacios de
socialización para la niñez. El abandono
de los padres o de los adultos responsables del cuido de niños y jóvenes
(madres solteras y padres desertores o ausentes) también marcan las niñez.
El sistema
neoliberal ha resultado en más desigualdad y múltiples formas de
violencia. En El Salvador el libre
mercado no beneficia a los más pobres, no reduce la desigualdad, ni la
violencia.
En El Salvador se
firmaron los así llamados “Acuerdos de Paz”
que pusieron fin a la guerra impuesta, introdujeron cambios novedosos,
pero no abordaron temas sociales como la estructura económica relacionada al
conflicto social.
A 23 años de
finalizada la guerra, El Salvador es uno de las sociedades más violentas de
América Latina con tasas altas de homicidios y de vulnerabilidad de la niñez y
juventud.
Este Gobierno está haciendo algo en la seguridad,
en educación (uniformes, útiles, zapatos, vaso de leche) en salud pero… para
profundizar se necesitan recursos que ARENA, como siempre, se opone en la
Asamblea Legislativa, dar sus votos para que las cosas vayan mejor para los de
abajo incluyendo la niñez-juventud.
También algunas
alcaldías del FMLN están abriendo espacios para la niñez y la juventud… pero no
es suficiente. Hay que decir que El
Salvador, a partir del 2011 cuenta con
la Ley LEPINA (Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia)
que representa un cuerpo normativo más importante de la efectividad de los
DD.HH. de la niñez y adolescencia que haya tenido El Salvador en toda su
historia. A partir de eso se constituye
también el CONNA – Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, organismo
encargado de la creación y aplicación de la política nacional para la niñez y
la adolescencia.
Como podemos ver
hay avances en cuanto a la protección de la niñez y adolescencia, no obstante
debemos reconocer que la superestructura es un conjunto de fenómenos políticos
– jurídicos e ideológicos, asentado sobre una estructura económica que no
permite que esto se cumpla.
La promulgación de la LEPINA es buena, pero hay poca capacidad del Estado para impedir
que los adolescentes, se incorporen a las maras, lo cual se dá como resultado
de la injusta estructura económica – capitalismo que secularmente ha afectado a
la población más vulnerable de este país; que expulsa sus hijos y vive de sus
remesas. Hay que reconocer que algo se
está haciendo, pero… el gobierno necesita de todos nosotros.
Tenemos
el compromiso de cambiar
está
realidad violenta, impuesta
por los
de siempre.
No seamos cómplices de quitar los sueños de la niñez con
nuestra indiferencia frente a tanta injusticia.
Cambiemos
la cultura machista. Luchemos de forma
organizada, sin descanso, contra toda injusticia humana. Festejemos
a la niñez, pero no sin antes hacer una profunda reflexión sobre la situación
de la misma.
“Si vamos a enseñar la paz en este mundo,
y vamos a llevar a cabo una guerra contra la guerra,
deberíamos empezar con los niños”
Mahatma Gandhi
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