Es importante que todo el
pueblo conozca lo recomendado y no
cumplido por el gobierno anterior y que el gobierno del Lic. Funes, debe
cumplir en su totalidad:
a)
Realizar una investigación judicial completa,
imparcial y efectiva de manera expedita, a fin de identificar, juzgar y
sancionar a todos los autores materiales e intelectuales de las violaciones
establecidas en el informe (00/37, referido al caso de Monseñor Romero), sin
perjuicio de amnistía decretada.
b)
Reparar todas las consecuencias de las violaciones
enunciadas, incluido el pago de una justa indemnización.
c)
Adecuar su legislación interna a la Convención Americana,
a fin de dejar sin efecto de la
Ley de Amnistía General.
Para efecto de hacer
efectivas estas recomendaciones, especialmente las referidas a las reparaciones, la Oficina de Tutela Legal
del Arzobispado ha propuesto:
- Que el Estado salvadoreño realice un acto público en el que reconozca su responsabilidad y pida disculpas a la comunidad nacional e internacional.
- Publicación de las partes relevantes del informe No. 37/100 de la CIDH.
- Creación y difusión de un documental sobre la persona y labor de Monseñor Romero y las circunstancias de su ejecución.
- Inclusión del informe No. 37/100 en los planes de estudio de la historia salvadoreña.
- Creación de una plaza en memoria de Monseñor Romero.
- Prohibición de homenajes a los responsables de su muerte.
- Capacitación a miembros de las Fuerzas Armadas en derechos humanos y otros temas que garanticen el abandono de conductas individuales y colectivas lesivas a la dignidad humana.
- Capacitación a funcionarios políticos, fiscales y judiciales en técnicas de investigación del delito, apegadas a los estándares establecidos por Naciones Unidas.
Estas demandas fueron
impulsadas por mandato expreso de Monseñor Arturo Rivera y Damas y un familiar
del Obispo Mártir, y es muy importante que todo
el pueblo exija y éste atento.
El Sr. Presidente que se comprometió a
hacer cumplir la ley, que no le temblaría el pulso, y que tomaría la opción
preferencial por los pobres; después de tres años no se conoce una real
iniciativa de cómo se cumplirá lo recomendado por la CIDH.
No debemos olvidar que el
gobierno oligarca anterior quiso negociar con algunos representantes de la Jerarquía salvadoreña
(CEDES) que aceptaron ponerlo en agenda, a cambio de sórdidas regalías,
amparándose en el derecho interno de una repudiable Ley de Amnistía.
El Señor Presidente, afirma que nada se gana
con meter a la cárcel a corruptos y que perseguirá la corrupción (en el aire) y
no corruptos (que existen y actúan); que ciertas actitudes gubernamentales no
dan seguridad de anular la Ley
de Amnistía, con la que se cubren los asesinos de Monseñor Oscar Arnulfo Romero
y de cientos de cientos de salvadoreños inocentes. O sea pues que La CIDH y Tutela Legal no solo
exigen por mandato, un simple pedir
perdón, sino una verdadera
acción judicial de identificación, juicio y sanción a los autores intelectuales
y materiales del asesinato.
Somos concientes que la
memoria de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, está viva porque el pueblo, los
humildes del salvador y de todos los pueblos han impedido que se sepulte su
doctrina, su recuerdo, su vida; las organizaciones civiles y populares,
organizaciones religiosas de diferentes culturas e iglesias hermanas lo mantienen
como luz en el monte (una luz no es para ponerla bajo la cama).
A pesar de las prohibiciones de la jerarquía
católica, y que para canonizarlo, y llevarlo a los alteres a la medida
institucional, niegan a los pueblos, a las organizaciones religiosas, civiles
de todas las culturas que expresan reconocimientos al profeta que es voz de
los sin voz.
La jerarquía católica desde
una posición política de derecha conservadora, alejados del compromiso
evangélico de anunciar la liberación
a los oprimidos: alegan, a su conveniencia, que no se debe politizar la
figura de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Se apropian políticamente
de su figura (prohibiendo politizar) para impedir que las víctimas por las que
el profeta murió se expresen junto a Cristo y Romero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario