Sera
verdad que otro El Salvador es posible.
En
nuestro caso cuando preguntamos si otro mundo es posible, entendemos si es
posible que exista otra forma de vivir: como familia, como sociedad, como
pueblo; porque los que hemos nacido en El
Salvador probablemente no nos damos cuenta que somos el país de este
continente y llamado el pulgarcito de América, por ser territorialmente pequeños
(solo algunas islas del mar Caribe son más pequeñas).
Somos
densamente poblados, parecidos a Japón o New York o México, en cuanto número de
ciudadanos, pero no en comparación, con el desarrollo, ni con el progreso que
ellos tienen.
Somos
deforestados, nos acusan de ser el país más violento de Latinoamérica o del
mundo (leámoslo así, porque los que publican noticieros les gusta exagerar,
para que nos sintamos con culpabilidad).
Además hemos tenido una guerra de Liberación Nacional de la que todavía
no nos reponemos, hoy la derecha política y económica se ha fortalecido,
especialmente porque las organizaciones populares no se reconstruyeron después
de la guerra: los campesinos, los obreros, los estudiantes, los profesionales y
otros sectores que históricamente desempeñaron un papel de combate, en defensa
de los derechos de los trabajadores, hoy se han sustituido de modo engañoso, POR DIRECTIVAS, ADESCOS Y OTROS GRUPOS que no
tienen la capacidad de ser defensores o representantes de la clase oprimida. Por
ahí podremos irnos y encontraremos una historia honrosa que hoy por hoy es
difícil de identificarla.
Por
todo eso, aunque por el voto, el pueblo logró sacar a ARENA del gobierno, no
se logró quitarles el poder como
representantes de una clase oligárquica, prepotente, que con su influencia
ataja el avance de las exigencias de las mayorías; sin duda que en este
gobierno tenemos cosas buenas, pero no tenemos cosas nuevas.
Los cambios se dan
cuando hay cosas nuevas, porque para mantener la misma situación, nos dan
más de lo mismo con cara de cosas buenas.
Es tan grave la situación en el país: económica, social y política en
que vivimos y hemos vivido, que con bondades gubernamentales nos confunden y
mantienen como pueblo mayoría: en conformismo.
Es por eso, conociéndonos, debemos preguntarnos y también
afirmar que otro mundo es posible.
Siempre,
en El Salvador, hemos vivido un SISTEMA
CAPITALISTA, donde el consumismo, el lucro y acumulación de la riqueza en
pocas manos ha sido natural y normal.
¿Sera
posible que exista otro sistema político donde el pueblo tenga oportunidad de
organizarse y gozar de mejores condiciones sociales, económicas, políticas? Solo hemos experimentado y vivido un sistema
capitalista: aceptamos como cosa natural la actuación guerrerista, conquistadora,
invasora, armamentista de Estados Unidos, y vemos como natural la
militarización del país.
Solo conocemos
el capitalismo, vemos natural la comercialización de la vida humana, que es la
emigración, la venta y entrega de nuestra naturaleza: a las compañías mineras, a
las transnacionales, que hacen represas en los ríos y vendan el producto llamado
electricidad. Nos parece lo más natural que los gobiernos
firmen Tratados de Libre Comercio y hagan prestamos internacionales con los que
cada vez nos hipotecan más.
Nos costará aceptar
que tenemos visión y pensamiento capitalista, por eso nos parece natural que se
nos diga que es bueno y necesario que vengan del extranjero capitalistas a “INVERTIR”, para que nos den trabajo o empleo, que vengan
y ofrezcan lo mínimo del salario, sin seguro y sin pensiones.
Como capitalistas nos parece normal que se
nos quite o se nos dé lo que llaman subsidio (cuando en verdad es el impuesto
que pagamos el que subsidia al gobierno y al Estado). Nos quitan beneficios sociales y existe la
corrupción tanto en funcionarios privados o estatales como en el ejército o
cuerpos policiales.
Nos
parece normal que se construyan residenciales y autopistas pagadas por dinero
capitalista aunque se destruya el medio ambiente.
El Salvador cada vez más parece un pequeño
desierto. Lo más deforestado, Nos parece
natural todo lo que hacen los de arriba, es normal y es natural, que digamos:
ya lo determinó el gobierno, eso viene
de arriba y lo van hacer…
con todo esto todo,
por todo esto será posible, quizá, tal vez que reflexionando a fondo, con
inteligencia, voluntad y corazón luchemos por otro mundo, donde sea posible un
mejor estilo de vida, por otro El Salvador como Dios quiere?
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