miércoles, 17 de mayo de 2017

Continuamos recordamos las masacres del 

Mes de Marzo.


Conmemoración de la Masacres en la Hacienda Colima el 17 de marzo de 1980 y víctimas de los retenes militares sobre los 2 puentes



Sábado 18 de marzo recordamos en la comunidad chalateca de Colima a los masacrados del 17 de marzo de 1980 y también a más de un centenar de jóvenes, quienes durante los 12 años de nuestro levantamiento armado contra la Tiranía y el Imperio, fueron sacados de los buses en los retenes sobre los 2 puentes de Colima y posteriormente asesinados y desaparecidos.



Rendimos a los caídos nuestro Tributo, con una profunda reconstrucción de la historia de esta región, desde los tiempo de la Colonia hasta los hechos criminales del 17 de marzo del 80 (una semana antes del asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero), reflexión magistralmente dirigida por el incansable compañero Padre Tilo Sánchez


La música y cantos revolucionarios de los compañeros Los Jilgueros, nos hicieron recordar los tiempos del Bloque Popular Revolucionario y las homilías de nuestro Pastor Oscar Arnulfo Romero,




Realizamos la Celebración de la Palabra dirigida por 
Padre Tilo Sánchez.

 


Los Niños que son el presente y el futuro de nuestro país presentes.


Compartimos un  reconfortante refrigerio de pupusas y café.



Finalizamos nuestra conmemoración con una marcha de farolitos hasta el lugar de la masacre.




Continuamos recordando las masacres conmemoradas en el mes de marzo 2017

El día martes 14 de marzo 2017, Conmemoramos el 34 Aniversario de la Masacra de más de 90 personas entre ella Marianela García Villas, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador CDHES no-gubernamental, en frente a las ruinas de la Hacienda La Bermuda, nos encontramos un gran número de combatientes de la guerrilla, el Padre Tilo y su equipo SER.CO.BA. (Equipo de Servicio a Comunidades de Base), personas de comunidades y la Madre Lupe, para rendir un año más nuestro Tributo a las heroínas y héroes que lucharon por construir un mundo de fraternidad y solidaridad entre los pueblos. 



Con Cantos Recordamos a Nuestros Héroes.



Asistencia en Conmemoración. 





Testimonios.




Padre Rutilio Sánchez, celebrando Misa.


Compartimos tamales y café con los asistentes.



Marianella García Villas torturada y asesinada por FAES, el 14/03/1983.  Vivió, caminó y murió como hija del pueblo.

Siempre luchó por preservar los derechos humanos, se identificó con el dolor del pueblo y la investigación sobre el uso de armas químicas y biológicas contra las comunidades salvadoreñas, por parte de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), lo que la llevó a perder la vida.
Los hechos hablan por sí solos, la muerte de Marianella García fue la culminación de un proceso de amenazas, capturas y represión contra la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador  y su personal, que durante la década de los 80s, se encargó de denunciar las violaciones que cometían los militares amparados en la impunidad.
Marianella García fue capturada en el Cantón  La Bermuda, Suchitoto, en las faldas oriente del cerro de Guazapa, departamento de Cuscatlán, cuando recababa material probatorio sobre las masacres, bombardeos indiscriminados y sobre el uso de armas químicas y biológicas, para ser presentado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pese a los riesgos y amenazas de muerte, tomó el reto de demostrar las atrocidades de los militares y se armó de una cámara fotográfica, una grabadora, cassett y material para reunir información entre los pobladores de la zona.
Según la historia, el ejército había montado en la zona un operativo llamado “Guazapa 10”, en el que masacró a por lo menos 90 personas, entre ellas Marianella.  Según el Comité de Prensa de la Fuerza Armada (COPREFA), Marianella murió combatiendo, al comandar una columna guerrillera en la zona de La Bermuda, sin embargo, una mujer que también había sido capturada y logró huir, dijo: “los militares se la llevaron viva”.
Las informaciones preliminares de COPREFA reportaban que un hombre y una mujer, que suponían eran periodistas extranjeros, se encontraban entre los muertos “durante un ataque a una patrulla militar por parte de un grupo terrorista”.  En ese momento el ejército no había identificado a Marianella, Presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos, posterior al reconocimiento, la versión de los militares cambió y dijeron que ella murió en la zona al mando de una columna guerrillera y que ella era la comandante “Lucía”.
Marianella García Villas nació de padre español y madre salvadoreña, proveniente de una familia estable económicamente, se identificó con las necesidades del pueblo salvadoreño, sobre todo con la injusticia y las violaciones a los derechos humanos; fundó la CDHES (Comisión de Derechos Humanos de El Salvador), caminó en búsqueda de mejores condiciones de vida para los desposeídos, lo reflejó en el incansable trabajo que realizaba buscando pruebas y preparando alegatos para presentarlos a los tribunales nacionales e internacionales.
Se destacó en la defensa de los presos políticos y el esclarecimiento de casos de los desaparecidos, que le dio reconocimiento internacional, por: los Reyes de España, Gobierno de Francia, Comités Internacionales y otros.
Marianella se identificó con el pueblo y sus necesidades, ayudó para que se respetaran sus derechos y mejorar la calidad de vida del mismo.  Fue este deseo el que la llevó a la muerte, después de varias detenciones de parte de las autoridades militares y del gobierno. Fue detenida dos veces, sometida a interrogatorios, acusada de pertenecer a grupos “guerrilleros”.  Su muerte formó parte de una serie de acciones represivas contra la CDHES, entre lo que se destaca el estallido de una bomba en la institución, el secuestro y asesinato de María Magdalena Henríquez asistente inmediata de Marianella, Ramón Valladares Pérez, Tomás Leiva, y la desaparición de Carlos Eduardo Vides, América Fernanda Perdomo, Roberto Rivera Martelli y el asesinato de Herbert Anaya Sanabria continuador de la obra de Marianella García Villas.
La muerte de Marianella García es una más  de las miles que ofrendaron su vida, durante el período de guerra, con el sueño de ver una sociedad más justa y en mejores condiciones.
  

jueves, 4 de mayo de 2017

Resultado de imagen para luciernagaLa Luciérnaga
Boletín de Comunicación con las Comunidades

El mes de marzo para los salvadoreños es un mes de muchos acontecimientos martiriales… no es que en otros meses no haya, pero en marzo son muchos…
Hay que decir que el martirio es una constante en la historia del cristianismo.
Mártir es el que testimonia con su vida y con su sangre, su fe en Jesucristo defiende los valores del Reino.  Mártir no es solo el que derrama su sangre, sino también aquel que vive dando testimonio de Cristo en una realidad que niega su Evangelio, es el que vive en una actitud permanente de fidelidad y disponibilidad al plan de Dios.
La Iglesia nació y creció en medio de la persecución y la sangre.  Jesús fue perseguido desde el momento en que su mensaje y su práctica comienza a resultar incomodos para el sistema político – religioso de su tiempo.
Fue un hombre conflictivo en aquella sociedad porque anunció una buena noticia de liberación a los pobres, denunció y desenmascaró la injusticia e hipocresía en los dirigentes de nación.  Esto le trajo incomprensiones, difamaciones, amenazas de muerte.  Dios no quiere tanto la muere de su Hijo, cuanto la fidelidad.
El martirio de Jesús es la consecuencia histórica de un rechazo de su mensaje y de su persona por aquellos que no quisieron aceptar el Reino De dios.
La historia de la pasión y muerte de Jesús y de los mártires es una historia de amor “No hay amor que el que dá la vida por sus amigos (Jn. 15, 12-13).  Pero resucitó… y esto dá sentido al sufrimiento y a la muerte del crucificado y de todos los crucificados de la historia.
Esto se repite con el Santo Romero de América, con razón Padre Ellacuria dijo: “Con Mons. Romero Dios pasó por El Salvador.
En las palabras de un campesino: Mons. Romero dijo la verdad, nos defendió a nosotros los pobres y por eso lo mataron.  Dijo la verdad… porque sufrió y vivió con la realidad humana en todos los sentidos económico, social y religioso, que diariamente     vivía su grey… dijo la verdad públicamente, con vigor porque nada hay tan importante como la vida humana sobre todo la persona de los pobres y oprimidos (16/03/1980) y se dejó evangelizar de su pueblo.  Consoló y dio esperanza.
Padre Jon Sobrino dice “A Mons. Romero la autoridad no le venía de añadidos… títulos, autoridad, jerarquía… sino de cosas reales: su autenticidad y convicción, expresados en su honradez con lo real y en su coherencia entre decir y hacer.
Mons. crecía y se desbordaba en su hacer justicia y en su amor al pueblo y creció cada vez más en correr riesgos por defender al pueblo, muy consciente de lo que le podía ocurrir, y que ocurrió.
Como Jesús Mons. Romero desenmascaro lo que se encubre: la riqueza, la propiedad privada como un absoluto intocable… contra la muerte injusta y cruel… clamó contra los medios de comunicación y discursos oficiales “El periodista o dice la verdad o no es periodista verdadero”.
Mons. Romero como Jesús pasó haciendo el bien, pero como Jesús vivió tres años de muerte anunciada. Resucita  y está presente en su pueblo y en los pueblo del mundo.
Hay que decir que Mons. Romero fue asesinado por católicos y que para el pueblo sencillo empobrecido, humillado por los poderes desde su asesinato lo llamamos Santo.
En el siglo XX el martirio se vivió en comunidades cristianas y también hay que recordar que el martirio ha sido una realidad compartida por diversas confesiones cristianas por tanto hay valor ecuménico del martirio.
¿Nosotros, cuándo decimos “viva Romero” estamos dispuestos a seguir al Santo Romero que significa seguir a Jesús… es decir la verdad, luchar por la justicia que la misma fe exige?

El Salvador necesita de cristianos que a la luz de su fe se organicen y se comprometan en la construcción de un país donde haya un buen vivir para todos, donde se respete la naturaleza, y donde quienes tienen más paguen más.