Prohibido Olvidar
El próximo lunes 11 de abril, se cumplirán 25
años de un acontecimiento que como herederos de la sangre de nuestros hermanos
héroes estamos obligados a conmemorar.
Conmemoración de
El Zapote.
Lugar:
Municipio de Nueva Trinidad – Chalatenango (calle que sale de ciudad
Chalatenango hacia Arcatao, pasando Río Sumpul).
Hora: 8:00
a.m. Acto Cultural
9:30 a.m. Misa
Prohibido Olvidar
Esperando su presencia.
Invita: Sangre de Hermanos
Mártires
Padre José Rutilio Sánchez
Padre Miguelito Vásquez
Comunidades mártires y
víctimas de la represión
Testimonio
de DELMY DUBON sobreviviente de la
Masacre
de El Zapote (10 de abril de 1991):
El 10 de
abril de 1991 el compañero Jesús Rojas, el comandante, había llegado
a El Salvador para dar una entrevista sobre el avance de los acuerdos de paz y
el fin del enfrentamiento armado.
Esta entrevista fue dada en Arcatao.
Dormimos en Arcatao, el día
siguiente, el 11 de abril partimos en un pick up hacia Nueva Trinidad. Ahí
veníamos 19 personas, entre ellos el Comandante Jesús Rojas,
quienes como recordaremos era una persona muy humana, muy sensible y muy
querida por todas y todos los combatientes.
Partimos de Arcatao en un pick con
dirección al Zapote,
cuando llegamos a Nueva Trinidad ya un pelotón había sido desplegado en la Zona
para explorar. No teníamos información de que había soldados en la zona,
estaban por el lado del Zapotal. Nos movimos hacia el destino final, que era
exactamente donde fue la emboscada, en El zapote.
En todas las zonas del zapote había pelotones de compañeros. Estaba
talleres y las fuerzas especiales y exactamente la emboscada fue
instalada en el centro del corazón de la guerrilla.
Delante de nosotros iba otro
pick up, que llevaba población civil, el cual dejaron pasar y no hubo ningún
problema. Cuando el vehículo incursiono a la zona de la emboscada explotaron 12
minas de un solo golpe y fue cuando empezamos a escuchar que los compañeros y
compañeras que quedaban heridos pedían auxilio. La onda expansiva los había
votado un poco lejos del carro. Y en ese momento todo mundo, que estábamos
vivos, empezamos a correr por las calles.
La ventaja de los 4 sobrevivientes de
esta emboscada es que salimos hacia la única quebradita que hay del lugar de la
emboscada, por eso es que logramos salir de esa quebrada, salimos hacia abajo
hasta llegar al puente Cola de Pava.
El resto de compañeros no tuvieron la
suerte porque corrieron hacia la calle y ahí en los cercos estaban los
soldados. Después que explotaron las minas Ellos se tiraron a la calle y fue
donde pudieron matar al resto de compañeros, porque después, cuando nosotros
regresamos al lugar de los hechos, todo los compañeros y compañeros
tenían señas de que habían sido matados después de haberlos
encontrado heridos. Igual al compañero Jesús Rojas que tenía más
de 60 disparos. Él iba en la cabina del pick up.
En esta cruel masacre, que fue un
golpe muy duro para todas y todos los Chalatecos y el país entero, murieron 15
compañeras y compañeros valiosos. Todos, la mayoría eran compañeros de la
dirección, compañeros de seguridad y compañeras radistas. Entre las radistas
murió Melida, con 7 meses de embarazo que nos acompañaba en el vehículo. Y fue
así como sucedió.
Realmente a nosotros nos sorprendió
mucho por el hecho de esta emboscada puesta en el centro de donde estaban los
compañeros guerrilleros. En una emboscada de esa magnitud es difícil quedar
ileso, sin ninguna lesión. Los compañeros y compañeras sobrevivientes, todos
llevábamos problemas.
Marinita, que es de la comunidad de Guarjila,
llevaba las dos piernas cruzadas por balas y un brazo fracturado pero en ese
momento, realmente uno no siente nada. Corres y no te das cuenta.
Mauricio, que también es de la comunidad
de Guarjila, también llevaba un balazo en el pecho, con afectación del pulmón
que realmente es un milagro que esté vivo.
Y Miguel, que
cariñosamente le decíamos “Miguel UV”, que vive en San Vicente, él llevaba un
problema en el tobillo. Llevaba “zafadura” y fractura en el tobillo y también
llevaba unos golpes en las piernas. Y mi persona, Delmy Dubón, que
tenía problema en la rodilla izquierda que por el golpe de la onda expansiva,
la rodilla me quedó un poco dislocada.
Entonces no sabemos con los
compañeros cómo realmente logramos correr. Porque los cuatro íbamos mal,
llevábamos fracturas, otros balazos. Bueno, Marinita era la más grave con un
sangrado y Mauricio porque llevaba afección del pulmón.
Eso fue otro gran trabajo, aparte de
lograr salir, fue tapar un poco la sangre que Marinita dejaba para que no nos
encontraran los soldados. Porque por donde nosotros bajamos, en la quebrada,
minutos después iban los soldados detrás.
Entonces logramos salirnos un poquito
de la quebrada para escondernos. Así fue como realmente logramos sobrevivir. No
porque de lo contrario hubiéramos sido capturados y matados en el mismo lugar,
pero así fue como logramos salir de eso.
Posteriormente cuando logramos llegar
al puente cola de pava, estando allí nos enteramos que el compañero Miguel,
sobreviviente, llevaba un radio de comunicación. Cuando logramos ver el radio
nos comunicamos, sin clave y sin nada, con el compañero Héctor Martínez le
dijimos que estábamos ahí, inmediatamente mandó gente a recogernos, con hamacas
para las personas que no podían caminar, y nos trasladaron inmediatamente a
Huizúcar, que es un lugar que está cercano y después de Huizúcar los tres
sobrevivientes, porque Mauricio quedó escondido y él apareció después,
queríamos regresar al lugar de la emboscada.
Entonces, nos trasladamos de
Huizúcar hacia donde había sido la emboscada y cuando nosotros llegamos al
lugar de la emboscada, vimos una escena que nunca se nos va a olvidar porque el
vehículo había volcado, la calle era una quebrada de sangre y restos de
cuerpos.
La gente de Las Flores inmediatamente
se fue rápido a Las Minas, al lugar de la emboscada. Ahí estaba el padre
Nico de Arcatao, también. Todo mundo trabajando, era increíble, la
gente de las comunidades recogiendo los cuerpos, poniéndolos en un camión, para
ser trasladados inmediatamente a Arcatao.
Recuerdo que Miguel y yo, cuando
vimos eso, nos desmayamos. Recordar que horas antes veníamos juntas y juntos,
chistando platicando y luego ver a los 15 compañeros muertos. Era un golpe duro
para nosotros. Ese día nos trasladamos para Arcatao, lamentablemente no hubo
forma de velarlos ni acompañar a los compañeros.
Eso sí, la comunidad hizo una fosa
común inmediatamente y los restos tuvieron que ser sepultados por que iba un
operativo de los soldados hacia la zona.
Hasta esa fecha al parecer el
ejército no estaba muy claro de la muerte del compañero Jesús Rojas,
pero posteriormente sí. Cuando el ejército se enteró que uno de los muertos era
el comandante Jesús Rojas, lanzaron un operativo para recuperar el
cuerpo y entregarlo a su país.
Como sabemos el
compañero Jesús era de nacionalidad Nicaragüense, aunque entregado a
la lucha del pueblo salvadoreño. Entonces se tuvo que andar cargando el cuerpo
del compañero Jesús para que el Ejército no se lo llevara. La gente
colaboró bastante en eso.
El resto de compañeras de los
compañeros fueron sepultados en una fosa común y a nosotros los sobrevivientes
nos fuimos a otro lado, para seguir sobreviviendo.
Yo pienso que todos los mártires y
los héroes de la lucha son importantes. Esta emboscada resalta más por el hecho
mismo de cómo fue el golpe, como la masacre del Zumpul o la masacre del Mozote,
pero todo los miles y miles de mujeres y niños desaparecidos y muertos no se
deben olvidar.
El error más grande de nosotros los
que estuvimos en la guerra y que quedamos vivos seria olvidar esa memoria. El
llamado que yo haría a todos los compañeros y compañeras que estamos y que
vivimos esto sería recuperar la memoria histórica, darla a conocer en los
espacios que podamos para que los jóvenes y las futuras generaciones no olviden
estos hechos, por que todos los que nos incorporamos a la lucha teníamos un ideal,
que era realmente luchar, para que nuestra gente tuviera vivienda digna,
tierra, trabajo, salud y educación. Y yo pienso que eso todavía no lo tenemos.
Entonces murieron 60 mil y qué paso,
claro tenemos libertad de expresión y un poco de mejores condiciones pero no
hemos logrado los objetivos por los que luchamos.
Yo pienso que en memoria a los
compañeros y compañeras que dieron la vida con ese ideal los que quedamos vivos
y las nuevas generaciones debemos seguir eso. Y la forma primero es recuperando
la memoria histórica que se hacen en conmemoración de todas y todos los caídos
y desaparecidos.