viernes, 30 de agosto de 2013
sábado, 24 de agosto de 2013
miércoles, 21 de agosto de 2013
sábado, 10 de agosto de 2013
Verdades de los transgénicos
Silvia Ribeiro
La
Red por una América Libre de Transgénicos (Rallt) agrupa organizaciones
y redes de toda América Latina. En su reciente asamblea en Bogotá, con
delegados de casi todos los países de la región, además de científicos y
académicos invitados, construyeron un panorama detallado lo que han
significado los transgénicos. Diesiete años de siembras y el segundo
lugar en área global sembrada con transgénicos, han resultado en
desplazamientos, desolación y muerte. Muertes en sentido literal, de niños fumigados por agrotóxicos, nacidos con malformaciones, de vecinos de campos sembrados que se enfermaron de leucemia y otras dolencias.
Hay características que se repiten en todos los países, que lejos
de la propaganda de las empresas, son la verdadera realidad de los
transgénicos. En ningún país los transgénicos son para alimentar
personas. Son
Lejos de mejorar la alimentación humana, la empeoran. Argentina, es un ejemplo contundente. Con inmensas áreas de soya transgénica han empeorado tanto la calidad de la carne producida, como la alimentación de la población, sobre todo infantil y en áreas rurales. Por la ocupación de territorio con monocultivos y debido al empobrecimiento que esto ha provocado, la población rural consume ahora leche y frijol de soya, con demostrados impactos negativos en la salud debido al alto contenido de hormonas vegetales que contiene la soya. Pediatras argentinos explican que contrariamente a la propaganda, la soya sin fermentar es un alimento dañino que no debe consumirse nunca antes de los 12 años y posteriormente solo en forma ocasional.
comida para comederos, no para comedores. Se plantan para forraje en inmensas plantas industriales de cría confinada de pollos, cerdos y vacunos, todas con alto nivel de contaminación, que conllevan violencia y fuertes impactos en la salud animal y humana.
Lejos de mejorar la alimentación humana, la empeoran. Argentina, es un ejemplo contundente. Con inmensas áreas de soya transgénica han empeorado tanto la calidad de la carne producida, como la alimentación de la población, sobre todo infantil y en áreas rurales. Por la ocupación de territorio con monocultivos y debido al empobrecimiento que esto ha provocado, la población rural consume ahora leche y frijol de soya, con demostrados impactos negativos en la salud debido al alto contenido de hormonas vegetales que contiene la soya. Pediatras argentinos explican que contrariamente a la propaganda, la soya sin fermentar es un alimento dañino que no debe consumirse nunca antes de los 12 años y posteriormente solo en forma ocasional.
Otra característica de los transgénicos es que conllevan un aumento
exponencial del uso de agrotóxicos, con enormes impactos ambientales y a
la salud. Brasil, primer productor de soya transgénica global, es
también el mayor usuario mundial de agrotóxicos. En Argentina, ya
existen varias asociaciones de
pueblos fumigados, con múltiples testimonios de los efectos devastadores de los agrotóxicos ligados a los transgénicos: malformaciones genéticas, leucemia, enfermedades autoinmunes, además de daños en fauna y flora. Por la resistencia a los químicos y las supermalezas que ha generado este uso masivo de químicos, las empresas están introduciendo agroquímicos aún más tóxicos, como 2,4 d y dicamba.
Por estas y más razones, la Rallt consideró que los transgénicos se
han convertido en un caso flagrante de violación de derechos humanos.
Han elevado por ello cartas a varios relatores de Naciones Unidas.
La introducción de los transgénicos ha sido siempre precedida por
acciones ilegales, luego legalizadas: primero contrabando y
contaminación intencional, posteriormente leyes a favor de las empresas,
tanto en bioseguridad como otras para asegurar a las empresas sus
patentes y otras formas de monopolio de semillas. México no es
excepción. El caso más extremo de injerencia política de la industria
transgénica es el golpe de estado en Paraguay, provocado por
latifundistas, relacionados con Monsanto y otras transnacionales. Poco
espués del golpe, se plantaron varios transgénicos nuevos, sin ningún
proceso de bioseguridad y contra las medidas precautorias del gobierno
anterior.
En este contexto continental se ubica la amenaza, que
sigue pendiente, de que el gobierno mexicano autorice a Monsanto la
siembra comercial de maíz transgénico en millones de hectáreas en el
norte del país, un tema gravísimo que las autoridades han tratado con
gran opacidad. Ya han autorizado enormes superficies –de miles a
millones de hectáreas- de soya y algodón transgénico en varios estados,
pese a que esto, especialmente las plantaciones de soya en la península
de Yucatán y Chiapas, significará daños mayores a cerca de 25,000
familias de apicultores campesinos y arruinará la exportación de miel,
uno de los principales rubros de exportación del país.
La contaminación genética del maíz campesino en México, por ser su
centro de origen, es mucho más que un tema nacional. Por ejemplo, la
Rallt expresó su
rechazo tajante a la liberación comercial de maíz transgénico en México, un hecho sin precedente en la historia de la agricultura, pues sería la primera vez que ocurriera una devastación de tal magnitud en uno de los centro de origen de un cultivo que alimenta a la humanidad. También la reciente sexta conferencia internacional de la Vía Campesina, red con más de 200 millones de miembros, declaró su apoyo a la resistencia a los transgénicos en México. En su resolución condenan
este nuevo atropello de las transnacionales contra los campesinos, contra los pueblos del maíz, contra la biodiversidad y la soberanía alimentaria, considerándolo una
violación contra los derechos de los campesinos y campesinas que lo han creado y legado para bien de toda la humanidad.
En ese sentido, ambas redes expresaron también su solidaridad con
el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) capítulo México, donde el
tema de la violencia contra el maíz y los pueblos del maíz, así como la
devastación ambiental y la responsabilidad de las empresas y el Estado,
son parte del proceso. Este fin de semana se reúne en Jalisco otra
pre-audiencia del TPP, titulada
Territorialidad, subsistencia y vida dignadonde se presentarán testimonios de comunidades sobre estos temas, otra forma de fortalecer el conocimiento de las realidades y la resistencia ante la violencia corporativa que representan los transgénicos.
*Investigadora del Grupo ETC
Más información sobre Rallt y audiencia del TPP en http://redendefensadelmaiz. net/
EE.UU.: directivos ganan 273 veces más que los trabajadores
La remuneración de los altos directivos en Estados Unidos subió 12,7% en 2012 y es 273 veces mayor al sueldo medio de un asalariado, según un estudio publicado este miércoles.
El salario de un alto ejecutivo, incluyendo las opciones sobre acciones
recibidas en parte de pago, subió a 14,1 millones de dólares en 2012,
según las estimaciones de The Economic Policy Institute, una consultora
especializada en investigaciones sobre la clase media.
Así la diferencia entre el sueldo de un directivo y el de un trabajador es de 272,9 a 1.
“Este
es el segundo año consecutivo se que registra una fuerte alza en las
remuneraciones de los directivos, lo que contrasta con el estancamiento
de los sueldos de los empleados desde 2009, a principios de la
recuperación”, afirma el instituto.
La escalada de los salarios de los altos directivos “contribuye en
gran medida a la inequidad de los sueldos”, agregó el estudio.
“El
hecho de que la remuneración de los presidentes de empresa haya
aumentado tan rápidamente desde el final de la recesión es un indicador
que el 1% más rico se benefician mucho más de la recuperación que el
estadounidense promedio”, dijo la investigación.
Los investigadores señalaron que la dispersión del salario de los
directivos con respecto a los trabajadores era de 20,1 a 1 en 1965 y de
29 es a 1 en 1978.
En tanto, a principios de la década de 1990 la
brecha comenzó a crecer de forma exponencial a un nivel de 122,6 es uno
en 1995, para pasar a una dispersión de 383,4 es a 1 en 2000, año en el
cual los sueldos de los grandes directores registraron la mayor
diferencia con respecto a los de los trabajadores.
sábado, 3 de agosto de 2013
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